Descripción
La receta original data de 1835 y se denominaba Tinctura Longae Vitae (Tintura para la larga vida). Gránulos fortalecedores y reconstituyentes para el corazón, la circulación y los nervios en los momentos de mayor exigencia y estrés de la vida cotidiana. El espino refuerza el corazón y la circulación para que tengamos más fuerza en la vida cotidiana. También ayuda a equilibrar los niveles fluctuantes de la presión arterial. El ginkgo favorece la circulación sanguínea en nuestro cuerpo y la concentración. La flor de la melisa y la de la pasión nos aportan paz interior y serenidad, sin causar cansancio. La raíz de taiga y la raíz de angélica refuerzan nuestro sistema energético, favorecen la producción de energía y el rendimiento.